A medida que envejecemos, nuestra piel comienza a caerse, aparecen líneas finas y arrugas en el rostro y el cuello, y la inevitable vejez nos alcanza. También aceleramos los signos del envejecimiento al fumar y estar demasiado tiempo al sol sin la protección adecuada, como sombrero, bufanda y bloqueador solar. La gravedad también es otro enemigo de nuestra piel.
Tanto a las mujeres como a los hombres les preocupa verse mayores, especialmente cuando comienzan a desarrollar arrugas a una edad temprana. El estrés y una vida dura también contribuyen a los signos del envejecimiento. Si le preocupan los signos del envejecimiento, consulte a un dermatólogo para averiguar cuáles son sus opciones para mantener un aspecto joven durante el mayor tiempo posible.