Durante un estudio realizado en 48 mujeres con sus primeras inyecciones, se encontró que el BOTOX aumentó la pérdida de elasticidad de sus rostros, lo que provocó cambios en su composición y ayudó a recuperar su apariencia juvenil.
Los investigadores descubrieron que el efecto era similar al de la radiofrecuencia para tensar la piel. Ese procedimiento utiliza ondas de radio que calientan el tejido cutáneo y estimulan la producción de colágeno.
Los investigadores no encontraron evidencia de que el endurecimiento del rostro fuera resultado de la inflamación o hinchazón causada por las inyecciones de bótox. Los efectos de las inyecciones suelen durar entre tres y cuatro meses.
Si bien la investigación no puede demostrar por qué el BOTOX tiene el efecto que tiene, algunos creen que las células que producen elastina y colágeno tienen receptores que responden a él.